lunes, 4 de noviembre de 2013

No luzco bien desnuda.

sacáte el push up, que áca no nos ve nadie Foto Gza themarvelousmachine
El frente de la municipalidad de Madrid amaneció empapelada por un cartel de 15 metros de altura con la imagen de Cristiano Ronaldo casi en bolas, o en calzoncillos chiquitos, digamos. Semejante ostentación de cuerpo firme habrá resultado ofensiva para los empleados desprevenidos que a esa hora llegaban al trabajo con las medialunas de grasa y el cafecito en la mano. Así me sentí yo ayer, masticando mi pan de chocolate frente a la vidriera de una tienda que había colgado la gigantografía de una espléndida modelo en bikini (era un esqueleto de pollo, y no es envidia).
Qué desgracia, amigas: llega la temporada de calor y a quién le gusta mirarse en el espejo, el espejo de verdad, no ése que ponen en las tiendas para que te veas flaca y compres la ropa. Empieza el verano y desnudarse significa mostrarle al mundo que durante el invierno comimos cual bestias y que nunca pisamos el gimnasio. En el fondo uno sabe que la gravedad de la carne será una consecuencia “inhabilitante” a la hora de pretender un amor de verano, digo porque la competencia en la arena suele ser muy desleal. Y habrá que acercarse a la pileta con disimulo para que nadie te vea zambullendo de cabeza….


Dicen los terapeutas que la imagen corporal es un elemento clave de la autoestima e impacta directamente en la vida sexual de las personas. Según las investigaciones de la piscóloga Jennifer Haststein, casi el 61 % de las mujeres lo primero que piensa antes de irse a la cama con alguien es cómo se verá su cuerpo desnudo en medio de la sesión de sexo. Que el rollo, que las goma caídas, que la estría de la cadera…. Un estudio de la revista Fitness Magazine sostiene que el 51% de las mujeres renunciaría un año al sexo con tal de estar flacas todo el año…
Tal vez sea sí. De todos modos me cae mal del discurso de aquellos que tratan de convencerte de que sos divina y que lo importante es tu cerebro. ¡Un carajo!. A los acomplejados no les da ganas ni con la luz apagada, y es mentira que algunas posturas disimulan esos detalles “fotoshopeables” de nuestro cuerpo. Algunos terapeutas recomiendan ir a los bifes igual, aunque no tengas ganas de mostrarte, y sugieren hacer “actividades para sentirse sexy”. Perdido por perdido…

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